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Uso y legislación del CBD en el mundo

Legislación sobre el CDB

En Francia, el cannabis se considera un estupefaciente, por lo que su venta y consumo están prohibidos en todo el país. La legislación sobre el CBD se centra específicamente en las especies con un contenido de THC superior al 0,2%. El CBD y sus derivados que se venden en el mercado proceden del Cannabis sativasubsp.sativa, que cumple perfectamente estos criterios pero no está contemplado por la ley. Para decirlo claramente, su consumo y su venta no están prohibidos, pero tampoco autorizados... Los debates tienden a favorecer la legalización del CBD en Francia. En noviembre de 2020, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que la prohibición de comercializar CBD era ilegal, subrayando que la moléculano tenía "efectos psicotrópicos ni efectos nocivos para la salud humana".1  

Ese mismo mes, la ONU reconoció oficialmente la utilidad del cannabis con fines médicos. Este anuncio rompe ciertos tabúes y reconoce las virtudes terapéuticas de los cannabinoides. 

Uso y legislación del CBD en Europa 

¿Y nuestros vecinos? La mayoría de los miembros de la Unión Europea han adoptado normativas más o menos claras sobre el CBD. Nuestros vecinos de Alemania, Portugal y España tienen una legislación bastante similar a la nuestra, con el contenido de THC de las plantas de cáñamo limitado al 0,2%. En Italia, el límite es del 0,5%, mientras que en Suiza es del 1%.  

El uso del CBD terapéutico también se está abriendo camino en casi todo el mundo. Alemania lo reconoce como una alternativa seria a los medicamentos desde 2007. El Reino Unido, en cambio, sólo permite su venta como suplemento dietético. La ley es bastante similar a la de nuestros amigos británicos en Francia, donde el CBD no puede considerarse un medicamento.  

Desde 2019, Bélgica autoriza a los farmacéuticos a vender preparados a base de CBD y THC solo con receta. Un total de 17 países europeos prescriben Sativex, un espray bucal que contiene THC y CBD, que se utiliza para aliviar a los pacientes que sufren esclerosis múltiple.  

Contrariamente a la creencia popular, el consumo recreativo de cannabis en Holanda está tolerado en el ámbito privado y muy regulado en los coffee shops, pero no se considera legal. Los alcaldes pueden prohibir la venta y el consumo de cannabis si lo desean. Lo mismo ocurre con el CBD, cuya extracción se considera ilegal. 

Sin embargo, al igual que en Francia, se beneficia de una laguna legal. El cáñamo cultivado en los Países Bajos puede exportarse a otro país para su extracción (está permitido cultivar el llamado cáñamo industrial con un contenido de THC inferior al 0,2%, pero no extraer CBD de él), y los productos obtenidos pueden venderse allí legalmente, ¡con la única condición de que el contenido de THC sea inferior al 0,05%! Aunque los Países Bajos son sin duda mucho más tolerantes con el consumo de cannabinoides, la ley no es menos compleja y contradictoria. 

¿Es Sudamérica pionera en el uso de cannabinoides?  

El primer país del mundo en autorizar la producción, venta y consumo de cannabis para uso recreativo fue Uruguay en 2013.  

Posteriormente, Argentina, Chile, Colombia, México y Perú siguieron su ejemplo y autorizaron gradualmente el uso del cannabis (sólo con fines terapéuticos). Sin embargo, el uso del CBD sigue sin estar claro en Sudamérica: sólo Uruguay y Jamaica lo autorizan explícitamente por ley. Contrariamente a la creencia popular, el país de Bob Marley no fue precursor en este campo, ya que prohibió el cannabis en 1913 y no lo despenalizó hasta 2015.   

¿Es más verde la hierba en Estados Unidos? 

Aunque la legislación federal de los Estados Unidos de América prohíbe claramente el cultivo, la venta y el consumo de cannabis, trece estados destacan ahora por autorizarlo para uso médico y/o recreativo. El 20 de diciembre de 2018, el gobierno estadounidense legalizó a nivel federal el cannabis con un bajo contenido de THC (menos del 0,3%), lo que marcó un verdadero punto de inflexión para el mercado del CBD. Este anuncio oficial se tradujo rápidamente en un crecimiento exponencial de la producción y el consumo de productos a base de CBD.  

Más al norte, los canadienses ya llevan mucha ventaja. Desde 2001, el uso terapéutico de la marihuana está autorizado en todo el país. Es el segundo país del mundo en legalizar el cannabis recreativo. Los ciudadanos canadienses también están autorizados a cultivar hasta cuatro plantas para uso personal y a vender y consumir CBD en todas sus formas en tiendas autorizadas.  

Para mantenerse dentro de la Commonwealth, Australia y Nueva Zelanda también autorizan el cannabis y el CBD (de momento para uso terapéutico). 

Los países africanos y asiáticos mantienen la cautela  

A excepción de Zimbabue, Lesoto y Sudáfrica, todos los países del continente africano parecen prohibir estrictamente la venta y el consumo de cannabinoides. En Asia ocurre lo mismo, aunque Corea del Sur, Sri Lanka y Tailandia toleran ahora el cannabis terapéutico. El CBD, por su parte, está en gran medida ausente de la legislación asiática y no parece haber penetrado aún en sus mercados. Sin embargo, Malasia y Tailandia están en conversaciones para autorizarlo para uso médico.  

En conclusión...  

Como puedes ver, todavía existen muchas restricciones en todo el mundo sobre el uso del CBD y el THC. Aunque los avances parecen ir en la dirección correcta, muchos países siguen confundiendo estas dos moléculas moléculas. Vale la pena recordar, más allá del marco legal, que el CBD no es una droga psicotrópica y, a diferencia del THC, no se considera adictiva.  

También es muy importante tener en cuenta las particularidades de cada país: si el THC es legal, puede que el CBD aún no lo sea. Si el CBD está autorizado, ¿es para uso terapéutico o recreativo? ¿Se puede llevar el CBD encima o consumirlo en un lugar público? ¿Se puede cultivar cáñamo para uso industrial? En caso afirmativo, ¿se pueden vender productos a base de CBD? ¿Qué niveles de THC y CBD están permitidos en los productos de consumo? etc. 

Es cierto que estas leyes deberían flexibilizarse y armonizarse en los próximos años, pero siguen exigiendo cierta vigilancia antes de viajar.